Los rosales requieren cuidados regulares para mantenerse saludables y florecer de manera proporcionada. Es importante aportarles una buena cantidad de luz solar, riego regular, abono y poda adecuada. También es fundamental estar atentos a las señales de enfermedades y plagas, y tomar medidas preventivas o curativas si es necesario. Además, es recomendable protegerlos del frío extremo, viento y exceso de humedad.
El cuidado de los rosales es importante para que mantengan buen aspecto todo el año y florezcan en abundancia el máximo tiempo posible. Lo primero que tienes que hacer es mantenerlos limpios. Eliminar la hierba que crece alrededor de tus rosales y cortar de manera periódica rosas marchitas y chupones. A finales de otoño realiza una limpieza general del arbusto antes de empezar con la poda propiamente dicha. Si quieres saber más, sigue aprendiendo con libros sobre el cuidado de las rosas
Elimina las hierbas competidoras
Es normal que existan hierbas de este tipo en tu jardín o en tu huerto. Pero debes eliminarla cuanto antes, ya que de lo contrario acabarán compitiendo con tus rosales por el agua, la luz, el espacio o los nutrientes.
Este tipo de hierbas son más resistentes y están adaptadas de manera más eficaz que el resto de plantas o frutos que hayas podido plantar. Además son más eficientes a la hora de obtener los nutrientes necesarios y el agua, para crecer y reproducirse de forma más rápida.
Ahorra agua y abono, eliminando cuanto antes las plantas competidoras. Además son el cobijo perfecto para mantener en letargo plagas y enfermedades, así que también ahorras en productos fitosanitarios.
Para que el agua del riego penetre con mayor facilidad y alcance las raíces más profundas, rastrilla la superficie de la base de tus rosales, con cuidado de no dañar la raíz.
Como cortar las flores marchitas
La siguiente tarea imprescindible en tus rosales, es la eliminación de las flores secas a menudo, de este modo fomentas el nacimiento de nuevas rosas y una mayor floración.
Se deben retirar las que han florecido completamente y empiezan a marchitarse. Es importante hacerlo porque de este modo alargas la floración de tus rosales y además, continúan viéndose atractivos durante toda la temporada de floración.
De este modo la planta se centra en los tallos y el florecimiento en lugar de gastar energía en las rosas muertas y en producir semillas. Durante la temporada de floración o el verano, debes cortar las flores marchitas del rosal, con unas tijeras de mano de corte bypass, de forma regular hasta que el arbusto empiece a endurecerse por el invierno.
No las cortes de cualquier manera, haz el corte en diagonal por encima de una hoja orientada hacia el exterior, de este modo mantienes el arbusto aireado en su interior, evitando plagas y enfermedades.
Eliminar chupones
En primavera-verano es cuando los rosales crecen con más vigor y a veces surgen ramas que salen cerca o directamente de las raíces. Para no pincharte, puedes hacerlo fácilmente con unas tijeras de mango largo. Muchas de estas ramas son los que los jardineros denominamos chupones del rosal. Los rosales que compramos en los viveros, son rosales injertados sobre un patrón, que habitualmente es un rosal silvestre.
Observa el color y la cantidad de espinas que nacen desde la base del rosal. Las ramas que crecen del patrón son tallos vigorosos de color verde claro. Sus hojas son más pequeñas que las de la rosa injertada. Tienen una cantidad de espinas superior, tenemos que pensar que estamos hablando de rosales silvestres.
Cuando encuentres un nuevo chupón, debes eliminarlo lo antes posible, ya que le quitan fuerza al rosal y entorpecen su floración. Para eliminarlos, retira un poco la tierra de las raíces hasta descubrir el punto de donde nacen y corta lo más pegado al tronco posible.
Herramientas necesarias para el cuidado de las rosas
El mantenimiento básico de los rosales consta de tareas muy sencillas que no te llevarán mucho tiempo, pero son de vital importancia.
- Un rastrillo, para remover ligeramente la tierra
- Una regadera o una manguera, para regar abundantemente.
- Unas tijeras de podar, para eliminar tallos no deseados y flores pasadas.
- Unos guantes de jardinero, para no pincharnos.
Herramientas para el jardín
Regaderas para plantas
Mangueras y accesorios
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Tijera corta setos
Tijera de mango largo
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