La poda del rosal es muy importante para mantener una estructura fuerte, un follaje sano y una floración abundante. De ella depende la floración del siguiente año y, por eso, cuándo podar rosales suele despertar muchas dudas. Una inquietud lógica ya que la naturaleza nos deja la responsabilidad de ver cómo, con la siguiente primavera, nuestra planta se llena de flores. Es una de las tareas fundamentales para cualquier amante de las rosas que quieren mantener sus rosales saludables y vigorosos, se realiza para eliminar las ramas muertas, enfermas o dañadas, y para dar forma a la planta.
Muchas plantas del jardín requieren una poda esporádica, pero las rosas necesitan de al menos dos intervenciones al año para mantenerlos sanos y prolongar al máximo floración durante el máximo de tiempo posible, que al fin y al cabo es lo que nos interesa. Que nuestro rosal florezca en condiciones depende de nuestra destreza en la poda y del momento en el que la hagamos. Un motivo más que importante para aprender a hacerlo correctamente.
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CUÁNDO PODAR ROSALES PARA estimular LA FLORACIÓN
El rosal es una planta rústica que necesita pocos cuidados para mantenerse viva, pero para que florezca en abundancia debemos darle más atención, ya que florecer supone un desgaste energético para las plantas que solo podrán afrontar aquellas que estén sanas y fuertes. Algo que, nuevamente, es nuestra responsabilidad. Si estamos al tanto de los cuidados del rosal disfrutaremos de muchísimas rosas en los meses de sol. Merece la pena conocer lo que necesita.
Lejos de ser una tarea secundaria, una poda adecuada ayuda a estimular el crecimiento de nuevas ramas y flores. De ella dependen sus flores, tanto en número como en tamaño, además de la elegancia de su porte y la vitalidad de su follaje. En ejemplares jóvenes, lo ideal es empezar a podar a partir del segundo o tercer año. La razón es sencilla de entender, si hemos seguido correctamente los pasos de cómo plantar un rosal, nuestra planta necesitará al menos un año para enraizar y hacer crecer su sistema de raíces. El mismo tiempo que tendremos que esperar antes de podar, para evitar que esta tarea de mantenimiento pueda ser perjudicial para su crecimiento.
Se realiza, generalmente a finales de invierno, y consiste en eliminar las ramas viejas, enfermas o muertas, así como las que se cruzan o compiten por espacio y luz. Es importante utilizar herramientas limpias y afiladas y seguir las pautas específicas para cada tipo de rosal.
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Cuando podar los rosales
Qué fechas del año son las adecuadas para podar los rosales. Y, sobre todo, cómo tenemos que podar según el momento.
Poda de rosales en verano
La poda de final del verano, una de las desconocidas Es curioso pero, cuando se habla de cuándo podar rosales, solemos creer que es solo una vez al año. Y, si bien es cierto que es recomendable al menos una vez al año, hay otra poda igual de importante: la de final del verano. Gracias a ella, prepararemos a nuestra planta para el frío del invierno y la fortaleceremos para aguantar sin problema su reposo vegetativo. El uso regular de abono en los meses de verano ayudará a preparar la planta para el frío.
- Esta poda, que se realiza entre septiembre y octubre, es una poda de limpieza y aclareo.
- Busca, fundamentalmente, sanear las ramas que florecieron, eliminando tanto las flores como parte de la rama. Para lograrlo, lo ideal es cortar aproximadamente la mitad del tallo y siempre sobre un brote nuevo.
- Además de esto, es recomendable acortar las ramas que han producido flores. Cuidado con esto, porque solo es aplicable para aquellos rosales que florecen una sola vez al año. Si el nuestro es de floración otoñal, es mejor reservar esta labor para la poda de febrero.
- Si no lo es, podaremos aproximadamente dos tercios de su longitud. Una forma de permitir el crecimiento de nuevas ramas y, también, de nuevas flores.
- En verano los rosales ya han tenido un período extenso de floración, por lo que en esta época sueles estar más débiles. Una recomendación para podar los rosales en verano es eliminar los chupones, recortar los brotes excesivamente largos a la mitad de su longitud, así como todas las flores secas.
- Este tipo de poda consiste en eliminar ramas secas y estropeadas, tallos débiles y rosas pasadas después de cada oleada de flores, sobre todo después de la primera floración, de este modo favoreceremos una floración abundante y constante durante toda la temporada.
- Con la poda de limpieza mantenemos a nuestros rosales sanos, vigorosos y resistentes a plagas y enfermedades. Para cortar las flores secas, realiza un corte en diagonal por encima de una hoja orientada hacia el exterior.
Podar rosales en invierno
En nuestra región el momento adecuado para realizar la poda principal es en marzo debido a las heladas. Febrero marca el fin del invierno, pero solo cuando las noches comienzan a ser menos frías, podemos llevar a cabo esta importante tarea.
Antes de la brotación primaveral, cuando el periodo de reposo vegetativo está llegando a su fin y las yemas empiezan a hincharse.
Podar antes o después de este periodo puede tener sus riesgos : una poda demasiado pronto expone la planta al peligro de heladas, y exponer las heridas abiertas de los tallos abiertos a una helada puede traer consigo la aparición de hongos. Por eso y si vivimos en un clima muy frío, lo ideal es retrasar cuándo podar rosales hasta que el tiempo sea más estable.
Aunque una poda demasiado tarde coincidiría con el despertar vegetativo del rosal, causándole una excesiva perdida de savia y el consiguiente debilitamiento.
- Es la poda más conocida por los amantes de las plantas.
- La poda de final del invierno es una poda importante y es la que determina la formación del rosal, la juventud del follaje y la cantidad de flores de la próxima temporada.
- La intención es suprimir la madera muerta, eliminar los chupones y dejar únicamente las ramas que crezcan sanas y estén enfocadas hacia el exterior del tronco.
- Si además, queremos fomentar la floración tendremos que cortar en horizontal las ramas superiores. Haciendo que nuestro rosal sea menos alto, la planta necesitará menos energía para florecer.
- Se trata de la poda más exhaustiva, se eliminan las ramas dañadas y se acortan los tallos sanos para favorecer una floración abundante.
- La cantidad de ramas que eliminaremos, además de las estropeadas o débiles, dependerá de los resultados que queramos conseguir y es específica para cada tipo de porte.
- Este tipo de poda varía en función del tipo de porte y es especialmente importante en los híbridos de té.
Como podar según el tipo de porte
La poda de formación y floración varía en función del tipo de porte de tu rosal, pero si te equivocas, no te preocupes. Obtendrás rosas de todos modos, aunque quizás en menor cantidad.
Resumen de CÓMO PODAR ROSALES
A partir de los dos años se realizará sobre todo una poda de formación durante el invierno para que desarrollen un crecimiento equilibrado y una poda de verano o poda en verde, realizada después de su primera y abundante floración (hacia finales de junio, momento en el que el rosal entra en un breve periodo de reposo necesario para organizar su próxima flora y consiste en una limpieza general del rosal eliminando ramas secas, enfermas, débiles o cruzadas y flores pasadas.
A continuación te damos algunas reglas generales validas para podar híbridos de té y trepadores, los rosales arbustivos y los miniatura solo debes recortar una tercera parte del follaje cada dos o tres años para mantenerlos jóvenes y compactos.
Poda del rosal híbrido de té
En este tipo de porte, realizar una poda correcta es muy importante y consiste en dejar un número similar de yemas en cada rama para mantener el equilibrio del rosal. Esto favorece una brotación proporcionada y una estructura fuerte para soportar el peso de la floración durante toda la temporada.
- Corta las ramas secas, débiles, muy delgadas o en mal estado y las que se cruzan hacia el interior.
- Elige entre 5 y 7 ramas exteriores, jóvenes y fuertes, con la corteza verde y reluciente. Al menos de 1 cm de grosor y repartidas regularmente.
- Recorta un cuarto de la longitud de las ramas que hayas conservado.
- La última yema debe estar orientada hacia el exterior para favorecer un crecimiento abierto del rosal, para favorecer su aireación y evitar plagas y enfermedades.
- El corte debe hacerse ligeramente inclinado (en bisel) justo por encima de la última yema y hacia el lado opuesto de esta.
- Corta el resto de las ramas por la base.
- Dispone de asas ergonómicas reforzadas con fibra de vidrio con componentes blandos.
- Gracias a sus dos asas ajustables, se adapta cómodamente a la mano.
- El diámetro de corte es máximo de 22 mm.
Poda del rosal trepador y/o sarmentoso
El rosal trepador es un arbusto de tallos largos y flexibles, pero no se agarran solos, tenemos que ser nosotros quienes, por medio de soportes, guiemos sus tallos por la zona que queremos cubrir. Aprovecha el momento de la poda para supervisar, añadir o sustituir la sujeción en los que estén bien sujetas en los soportes o pérgolas. Para potenciar la floración del rosal trepador arquea el tallo principal para provocar la aparición de los tallos laterales responsables de la floración.
- Elimina las ramas secas o demasiado viejas, tallos débiles y en mal estado. Corta las ramas que se cruzan o crecen hacia el interior.
- Identifica las ramas principales, que salen de la tierra y forman la estructura del rosal.
- Elige 5 o 7 ramas largas, fuertes y jóvenes que serán las que formen la estructura y corta el resto de las ramas por la base.
- Identifica las ramas secundarias, que salen de las ramas principales y que son las que florecen.
- Corta todas las ramas secundarias a 2 o 3 yemas de su base (contando desde la rama principal).
- Haz el corte por encima de una yema que apunte hacia fuera para que se mantenga aireado.
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Última actualización el 2023-08-24 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
