Crear un equilibrio entre todos los componentes vegetales de tu jardín es un divertido reto basado en la observación. Una rosaleda ya sea grande o pequeña aporta biodiversidad, color y fragancia a tu jardín. Combinar tipos de rosal de distintas variedades, mezclando los colores de manera armoniosa, y añadir arbustos y plantas vivaces para dar volumen a la composición. Existen diferentes tipos de rosales que se cultivan comúnmente en jardinería.
Entre ellos, se incluyen los híbridos de té, los rosales miniatura, los trepadores/sarmentosos, y los rosales arbustivos. Cada tipo de rosal tiene sus propias características y requisitos de cuidado. Conocerlos, es la mejor manera de decidir su emplazamiento ideal y que, una vez adulto, ni sea molestado en su crecimiento ni moleste a otros.
Tipos de rosales para jardín
Rosal tapizante
La principal característica de este tipo de porte de rosal, es su carácter rastrero. Crecen a muy baja altura, ramificando muy bien de forma lateral. Con su crecimiento, son una variedad perfecta para cubrir áreas de suelo que podrían ser de difícil acceso, como son las rocallas, aunque también son adecuados para decorar arriates y utilizar en maceta, como una planta colgante.
Rosal de pie alto
En forma de arbolitos, pueden ser de pie alto (100cm o más) o de pie bajo (30-50cm). Muy decorativos. Estos rosales ornamentales son perfectos tanto para el jardín como para una maceta de buenas dimensiones. Como su nombre indica, son rosales que presentan un tallo largo y desnudo, coronado por una copa de rosas. Son bastante resistentes y prefieren una exposición soleada o con media sombra. Para que destaquen al máximo, conviene separarlos más de un metro entre ellos y plantar pocos ejemplares. Requieren más podas que un rosal convencional para que mantengan su forma arbórea.
Variedades de rosas y sus nombres
Existen muchas variedades de rosas, cada una con sus propias características y requisitos de cuidado. Así que, puedes encontrar el rosal perfecto para cualquier necesidad o capricho. Empieza a conocer y disfrutar de la gran variedad de rosas que existen, de este modo podrás elegir fácilmente las más adecuadas para tu jardín.
Rosa Chippendale®
Rosa Perla de Alcanada
Rosa rugosa “Pink Grootendorst”
Rosa Versigny
Rosa Red Meilland
Rosa Evemelif
Rosa canina
Rosa banksiae “Lutea”
Rosa Candlelight
Rosa Augusta Luise®
Rosa Chinensis Viridiflora
Rosa Roter Korsar®
Tipos de rosas según la flor
Además de saber cómo plantar un rosal de forma correcta es importante conocer las características de los distintos tipos de rosas que queremos plantar en nuestro jardín antes de comprarlo. Porque, según la variedad y el tipo de porte del rosal, tendrán una mayor o menor resistencia a las heladas o a las plagas y enfermedades. Una razón de peso para que, independientemente de su aspecto estético, nos informemos de sus necesidades.
Rosa de té
La híbrida más conocida. De hecho, responde a la idea que tenemos de esta flor: tallo largo, flores grandes y una enorme gama de colores.
Rosa floribunda
Las flores se presentan en forma de racimos. Además, se caracterizan por tener colores brillantes. Su floración es ligeramente más pequeña, pero lo compensa de otra manera: florecer de manera constante durante toda la temporada.
Rosa polyantha
Son un tipo de rosas en el que predomina la densidad de floración. Son consideradas un grupo de rosas modernas que provienen de variedades asiáticas antiguas. Es un grupo muy parecido al de la Rosas Floribundas porque son arbustos muy compactos, espesos y de flores pequeñas. Flores pequeñas de unos 2cm. de diámetro de color blanco, rojo o rosa con una floración doble. Con sus grandes núcleos de rosas en racimo pueden crear grandes masas de color en el jardín. Carecen de aroma.
Rosa grandiflora
Son un híbrido entre la rosa de té y la floribunda. Por eso, combinan tener una floración constante con la delicadeza de rosas de tallos largos. Estas pueden crecer tanto en racimos como separadas.
Rosa rugosa
Este tipo de rosal, es una variedad de hoja caduca, por lo que en otoño sus hojas se vuelven de un amarillo luminoso antes de caer. Puede llegar hasta el metro y medio de altura. Los tallos tienen abundantes espinas cortas. El tacto de las hojas e incluso de los pétalos de la flor, es ciertamente rugoso (de ahí el nombre). Su fruto o escaramujo es más corto que ancho a diferencia de la mayoría de escaramujos de otras especies de rosas y son muy decorativos. Las flores van desde de tonos blancos a rosados, pasando por púrpura hasta tonos más rojizos.
Clasificación de los tipos de rosal según su historia
La historia del mundo de las rosas se remonta a miles de años atrás, cuando se empezó a cultivar variedades silvestres por su belleza, sus propiedades medicinales y cosméticas. Los Faraones egipcios y emperadores romanos ya observaron las posibilidades de estas plantas. Su fragancia las hizo destacar para ser usadas como perfumes o remedios naturales para tratamientos de la piel.
En el siglo XV ya existían cuatro variedades de rosas catalogadas: R. gallica, R. alba, R. moschata y R. damascena. Su comercio de estas especies tan solicitadas favoreció el intercambio de especies autóctonas y la expansión de su cultivo. Esto promovió el cruce de variedades de forma natural entre rosas de Europa, Oriente Medio y América con los rosales chinos obteniendo nuevas variedades.
En Francia, fue cuando el ser humano comenzó a experimentar la hibridación de especies mezclando distinta variedades. Estas mezclas dieron lugar a nuevos colores, texturas, tamaños y perfumes, consiguiendo así la aparición de las llamadas Rosas modernas, en el XIX.
Existen muchas clases de rosales, en este caso las vamos a dividir por antigüedad, en tres grupos principales:
Rosas modernas, rosas antiguas y rosas silvestres. Este conocimiento nos sirve para tener una idea general de la historia y poder ubicar cada variedad en su contexto.
Rosas silvestres
Las rosas silvestres provienen de los rosales naturales más antiguos. Son las plantas originales, de donde nacen todas las mutaciones e hibridaciones naturales de rosas y posteriormente con ayuda del ser humano, las variedades modernas.
Salvo algunas variedades, como la rosa centifolia o la damascena, las rosas silvestres o salvajes guardan una enorme diferencia con las que tenemos ahora. Las primigenias, que crecen en la naturaleza ajenas a la mano del hombre, solo tienen cinco pétalos. Un número que da forma a una flor considerablemente diferente.
Además, el abanico de colores de las rosas salvajes es mucho más reducido. Tan solo pueden encontrarse en rosa, rojo y blanco. Son increíblemente resistentes y florecen una vez al año.
Rosales antiguos
Son las variedades de rosas que existían antes del año 1.867, provenían del cruce espontaneo entre especies de rosales silvestres recogidos en todos los continentes y plantados en diferentes jardines juntos. El azar y el tiempo hizo que los cuidadores de estos rosales se dieran cuenta de que nacían variedades nuevas de rosales con distintas morfologías que sus progenitores.
Estas variedades no han sido modificadas por el hombre. La disposición de sus pétalos suele ser más abierta que las rosas de hoy en día. Florecen una única vez al año.
Quizás la mayor diferencia con respecto a ellas radica en su perfume: las rosas antiguas cuentan con una fuerte fragancia. Aunque algunos son poco conocidos, han ido ganando peso entre los amantes del jardín y merece la pena darles una oportunidad. La ventaja de estos rosales es su increíble resistencia y fácil mantenimiento.
Rosas modernas
La historia de las nuevas variedades de rosas empieza en Lyon, cuando en 1867, a los 40 años, Jean-Baptiste Guillot, presentó el primer híbrido de té, al que llamó “La France”. Esta primera rosa considerada moderna fue el resultado de cruzar un rosal de té (“Madame Bravy”) y un rosal híbrido perpetuo (“Madame Victor Verdier”)
A partir de este momento se abrió un nuevo mundo de posibilidades, de nuevos colores, floraciones más largas y abundantes, tamaños y perfumes. o, incluso, mayor resistencia a plagas y enfermedades.
Todas las variedades de rosas creadas por el hombre a partir de 1867. Su principal característica es que son híbridos, que buscaban mejorar ciertos aspectos. El 90% de los rosales que disfrutamos hoy en día pertenecen a esta categoría.
Los rosales son extraordinariamente fuertes y fáciles de cuidar. Algunas de las variedades más populares incluyen la Rosa Chippendale®, la Rosa Perla de Alcanada, la Rosa Rugosa «Pink Grootendorst», la Rosa Versigny, la Rosa Red Meilland, la Rosa Evemelif, la Rosa Canina, la Rosa Banksiae «Lutea», la Rosa Candlelight, la Rosa Augusta Luise®…
Existen tantas variedades de rosal que es imposible que no encuentres el tuyo.